Publicado: 29 de Marzo de 2023

A los españoles —y, especialmente, a los andaluces— nos han llamado vagos por tener la costumbre de echarnos la siesta, pero en realidad tenemos a la ciencia de nuestro lado. No sólo la siesta ha ido demostrando que cuenta con beneficios para la salud, sino que existen estudios que, directamente, sugieren que es un hábito propio de los genios. Probablemente pienses que la siesta sólo sirve para recuperarnos después de una mala noche y para tener más energía, pero los científicos la estudian para mejorar la creatividad y el aprendizaje.


De todas formas, esta aplicación tan novedosa ya la ponía en práctica Salvador Dalí con la siesta de la cuchara. Este español conocido en todo el mundo solía dormir la siesta con una cuchara en la mano y, justo debajo, un platito. En el momento en el que el artista se dormía la cuchara resbalaba entre su dedos, golpeaba el platito y el sonido le despertaba. Según decía, esta brevísima siesta potenciaba su creatividad y le hacía despertar con nuevas ideas sobre las que trabajar. Ahora la ciencia le ha dado la razón a Dalí.


El Instituto del Cerebro de París, que pertenece a la Universidad Sorbona, firma un estudio publicado en la revista Science Advances que concluye que la creatividad aumenta después de un sueño ligero y antes de quedarnos profundamente dormidos. A este punto situado entre estar despierto e inmerso en la primera fase del sueño se llama hipnagogia y es muy probable que lo hayas experimentado. En este período es frecuente que se produzcan alucinaciones, que pueden ser visiones o sonidos, pero también la típica sensación de estar cayendo.


Un despertar preciso


Si observamos nuestro cerebro, cuando está despierto se producen principalmente ondas del tipo alfa y beta, pero cuando llega a la primera fase del sueño las alfa han descendido a la mitad y se empiezan a ver ondas theta. Las alucinaciones hipnagógicas se producen durante ese descenso de ondas alfa y usar el método de la cuchara y el platito de Dalí es una buena técnica para llegar a este estado. De hecho, otros genios de la Historia han utilizado métodos similares, como Thomas Edison, que usaba una bola de acero en vez de una cuchara.


Los investigadores de La Sorbona copiaron este método para observar su eficacia. En su estudio reunieron a 103 personas y les pidieron que resolvieran un problema matemático que contaba con una clave oculta para resolverlo. De todos ellos, sólo 16 personas lograron resolver el problema en los diez primeros minutos y el resto de los participantes fueron invitados a echarse la siesta al estilo Dalí: tuvieron 20 minutos para descansar con una botella en la mano y conectados a una máquina para observar sus ondas cerebrales.


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Tras este descanso se distinguieron tres grupos: el primero, que se despertó con la caída de la botella y registró sus pensamientos; el segundo, formado por las personas que estuvieron despiertos ese tiempo; y el último, que fueron aquellos que se quedaron profundamente dormidos. Los investigadores descubrieron que el 83% de las personas que se habían echado la siesta de Dalí resolvieron el problema al despertar, frente al 31% del grupo de los despiertos y al 14% de los que se habían entrado en sueño profundo.


Sacarle partido


Es decir, los que practicaron la siesta de los genios tenían tres veces más posibilidades de encontrar la clave oculta que los demás grupos. Este hallazgo se considera una prueba de creatividad porque permite resolver un problema de una manera alternativa que, en este caso, no podría haberse resuelto de otra manera. "Estos resultados sugieren que hay un punto óptimo para la creatividad en el sueño en el cual los individuos están suficientemente dormidos para acceder a elementos inaccesibles en la vigilia, pero no demasiado como para olvidarlo al despertar", explica Jonathan Schooler, psicólogo de la Universidad de Santa Mónica a Scientific American.


Algunos centros de investigación del mundo han reparado en el potencial de la hipnagogia para fomentar la creatividad, como el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). En esta institución han desarrollado un dispositivo que se llama Dormio y permite utilizar las ventajas de esta fase: se trata de un wearable con forma de guante que detecta cuando estamos en hipnagogia y aprovecha ese momento para alterar la temática del sueño.


Cuando detecta la hipnagogia, "manda señales auditivas basadas en datos psicológicos en momentos precisos del ciclo del sueño para poder dirigirlo. Al despertar, el contenido del sueño de una persona que ha sido dirigido puede ser usado para completar tareas como la escritura creativa", explican en la página web del MIT. En esta fase del sueño, las personas son todavía capaces de escuchar sin ser del todo conscientes. De todas formas, no necesitamos tecnología selecta para poner en práctica este truco de los genios: si tienes una cucharilla y un plato puedes empezar hoy mismo a aumentar tu creatividad a la hora de la siesta.


Ver noticia en: https://www.elespanol.com/ciencia/salud/20230327/echarte-siesta-cuchara-metodo-dali-avalado-ciencia/748175598_0.html