Publicado: 30 de Enero de 2020

Peter Campbell, autor principal del estudio e investigador del Instituto Wellcome Sanger asegura que la gente que lleva fumando 30, 40 años o incluso más y que creen que ya es demasiado tarde para dejar de fumar, se equivocan. "Lo más increíble de nuestro estudio es que demuestra justamente que incluso fumando 15.000 paquetes de cigarrillos a lo largo de una vida, como uno de nuestros participantes, algunas de les células no muestran daños por culpa del tabaco", explica.  

El equipo de investigadores de Campbell, del Instituto Wellcome Sanger y de la Universidad College de Londres (UCL), ha secuenciado el ADN de 632 colonias del epitelio bronquial de 16 personas: tres niños, cuatro que nunca fumaron, seis que lo dejaron y tres actuales fumadores. Todas las células analizadas, incluso las de los no fumadores, presentaron un aumento de las mutaciones por el envejecimiento. Cada año, se estima que las células viven 22 mutaciones adicionales. Esta cifra se debería incrementar, según datos del estudio, a 2.330 en antiguos fumadores y 5.300 en actuales consumidores. Sin embargo, unas células desconocidas hasta ahora no correspondieron a las expectativas. Presentes únicamente en los exfumadores, estos elementos diminutos mostraron niveles de mutación similares a los encontrados en los no fumadores de la misma edad. 

Estos microorganismos, según cuentan los autores, son “claramente protectores contra el cáncer”, ausentes, o todavía imperceptibles, en los órganos de los fumadores actuales y cuatro veces más frecuentes en los participantes que habían dejado el consumo de cigarrillo. Las sujetas de la investigación no presentan casi huellas cancerígenas y sus telómeros (extremidades de los cromosomas) son más largos por lo que significa que no han sufrido muchas divisiones en comparación con las células afectadas.

El estudio precisa que no queda claro cómo nacen estás células, como resisten a las mutaciones que sufren sus vecinas y porqué, sobre todo, aparecen en las personas que han dejado de fumar y no también en los fumadores actuales. Una de las posibilidades, aunque merezca aclaraciones, es que estas células madres que actúan como héroes, ocupan un área protegida en las glándulas submucosas y se expanden tras una lesión pulmonar. Este nicho físicamente apartado podría explicar su impermeabilidad frente al daño. 

Los beneficios, tras parar de fumar, comienzan de inmediato, según escriben los autores y se incrementan con el paso del tiempo. La aparición de estas células misteriosas que sacan la cabeza tras la batalla, muestra la capacidad de recuperación y regeneración del pulmón a cualquier edad. Dejar de fumar a cualquier edad no solo ralentiza la acumulación de más daños, sino que también puede despertar las células ilesas, según admite el profesor Sam Janes de la UCL y coautor del estudio. "Con investigaciones adicionales podríamos entender cómo estas células protegen contra el cáncer, lo que podría conducir a nuevas vías de investigación para terapias contra esta enfermedad", concluye.

Noticia de: https://elpais.com/elpais/2020/01/30/ciencia/1580384675_479188.html