Publicado: 26 de Agosto de 2024

Los minerales son los nutrientes más básicos de los alimentos, están formados por un solo átomo e interactúan con otras moléculas, como las vitaminas. Su aporte en la dieta es fundamental para mantener funciones fundamentales del organismo. El silicio tiene un rol clave en nuestra salud ósea y articular, veamos por tanto cómo reforzarlo de forma natural.


El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre después del oxígeno. Ciertas voces expertas aseguran que la dieta aporta la cantidad suficiente de este mineral que necesita el organismo, sin embargo hay otras que apuestan por una suplementación al considerar las carencias generales de la alimentación actual: rica en carbohidratos, alimentos refinados y azúcares y baja en cereales integrales, verduras y hortalizas, fuentes principales de aporte de este mineral.


La importancia del silicio en nuestro bienestar general se puede entender fácilmente teniendo en cuenta lo relacionado que está con la formación de tejidos: colágeno, huesos, articulaciones. Además, ese aporte de colágeno influye en la acción de los radicales libres y por tanto en la elasticidad de la piel.


Cereales integrales

La presencia del silicio es notable en los cereales y estos han de ser integrales porque con el proceso del refinado este mineral se elimina, ya que se encuentra en su cáscara. Algunos ejemplos de los que no debemos prescindir en nuestra dieta son el arroz, la avena, la cebada, el salvado o la quinoa. Entre los alimentos con más contenido de este mineral suele destacarse la avena integral, que contendría más de mil miligramos.


Verduras de hoja verde

Las verduras de hoja verde son las grandes fuentes alimentarias del silicio en su forma orgánica. Son por tanto las mejores aliadas para garantizar la absorción de este mineral pero hay que tener precaución con la forma en la que las consumimos, porque las cocciones largas hacen que este mineral se quede en el agua. Lo ideal será por tanto comer las verduras crudas o apostar por cocciones cortas o preparados al vapor. Algunos ejemplos serían:


Las judías verdes.

Los puerros.

El perejil.


Hortalizas

En el caso de las hortalizas, la opción de comerlas crudas parece más sencilla, en ensaladas, por ejemplo. Su contenido en silicio está relacionado con la capacidad de absorción del mineral presente en el suelo del cultivo, que suele ser de forma pasiva (cucurbitáceas, leguminosas, fresas), es decir, lo absorben según su disponibilidad en dicho suelo. Otro caso son las solanáceas como el tomate, que disponen de una absorción selectiva en función de las necesidades de la planta en sus distintos ciclos. Entre las hortalizas destacamos:


Las zanahorias.

La remolacha.

El pepino.

El cebolla.


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