Publicado: 31 de Mayo de 2023

El envejecimiento de la población, los trabajos físicos y el hecho de que cada vez más personas practican deporte de forma regular han creado las condiciones perfectas para el aumento de las lesiones en el hombro. La nota positiva es que esta situación se contrarresta con un avance en las técnicas quirúrgicas, “que nos permiten tratar con mucha mayor efectividad lesiones que hace años no éramos capaces de solucionar”, manifiesta el doctor Rogelio Carratalá, especialista de la Unidad de Mano y Miembro Superior del Hospital Quirónsalud Valencia.


En el hombro se pueden dar un amplio abanico de patologías. Entre las más frecuentes están la tendinopatía, la rotura de los tendones del manguito rotador, la capsulitis adhesiva u ‘hombro congelado’ y procesos degenerativos como la artrosis. El principal síntoma que comparten es el dolor, incluso en reposo, que limita al paciente en el día a día y puede llegar a impedirle la movilidad.


Tan variadas como el número de patologías son las causas de las mismas. El doctor Néstor Zurita, jefe de la Unidad de Traumatología de Quirónsalud Alicante y Elche, lo atribuye en parte al contexto laboral, “por aquellas actividades físicas muy demandantes en las que son habituales los gestos por encima del hombro de forma repetitiva. Pero quizás el crecimiento de estas viene determinado, fundamentalmente, por la importancia que ha adquirido la práctica de actividades físicas y deportivas”.


La popularización del deporte a todas las edades puede generar algunos problemas, sobre todo cuando se tiene poca preparación técnica y malas prácticas. Además, resalta el especialista, “el ejercicio en una población cada vez de mayor edad y que tiene que complementar sus entrenamientos con su vida laboral es la receta perfecta para el aumento en la frecuencia de estas patologías”.


Lesiones que afectan a los tendones del hombro


Quizá la patología de la que más se oye hablar es la tendinopatía, que “realizando reposo, con toma de analgésicos y rehabilitación” puede tener una completa recuperación, según el doctor Carratalá. Las tendinopatías pueden afectar a cualquier tendón del manguito y, en los casos más graves, puede acabar con la rotura del mismo. Esta “lleva asociada una degeneración de toda la articulación por alteración de la biomecánica normal del hombro”, añade el doctor Zurita. “Lamentablemente, la rotura del manguito rotador es muy frecuente y a la vez muy grave, pues va asociada a un dolor que va a mermar de manera significativa la calidad de vida del paciente”, afirma.


Lesiones que afectan a la estabilidad de la articulación


Estas lesiones están relacionadas con la estructura del hombro y “pueden deberse a una laxitud articular propia del paciente o traumatismos que generen luxaciones y aumenten la posibilidad de nuevos episodios. Debe realizarse un tratamiento rehabilitador exhaustivo, pero ante la reaparición de la inestabilidad requerirán una intervención quirúrgica”, describe el doctor Carratalá.


Lesiones que provocan rigidez


Según explica el doctor Zurita, “a este cuadro se le asocian numerosos términos como el hombro congelado, capsulitis adhesiva o rigidez capsular. Es verdad que, aunque es un cuadro muy doloroso y restrictivo, es una patología benigna que raramente hay que tratar con cirugía, ya que responde bien al tratamiento analgésico y la fisioterapia, aunque la evolución puede ser larga hasta la curación, llegando incluso al año en los cuadros más graves”.


Desgaste articular y patologías degenerativas


La artrosis es el cuadro más predominante. Con este tipo de lesiones el cartílago va desapareciendo hasta que fracasa la articulación. Advierte el doctor Carratalá que, en estos casos, “si no se controlan los síntomas requeriría un reemplazo articular mediante la implantación de una prótesis de hombro”.


¿Cómo prevenir una posible lesión?


“Es fundamental mantener un buen tono de la musculatura del hombro, como el deltoides, trapecio, bíceps etc. De esta forma la articulación está más protegida y los tendones padecen un menor estrés que pueda degenerar a su ruptura. Por otra parte, hay que tener precaución con esfuerzos o movimientos repetitivos por encima de la cabeza o actividad deportiva que suponga un esfuerzo intenso del brazo”, señala el doctor Carratalá.


Por otra parte, el doctor Zurita recomienda precaución cuando se vayan a realizar actividades que entrañan más riesgo. “En el caso de las actividades deportivas, mejorar la técnica y evitar la sobrecarga no solo durante la actividad, sino respetando los tiempos de descanso y una preparación adecuada a través del entrenamiento”, comenta. Y en el ámbito laboral, continúa, “podemos intentar cambiar hábitos o incluso adecuar nuestro puesto de trabajo de forma que evitemos posturas o gestos poco saludables”.


Si no se ha podido evitar la aparición de la lesión, existen multitud de opciones de tratamiento, que dependerá de cada dolencia y de la indicación del especialista. Las más conservadoras pasan por el reposo, tratamientos de calor y frío y soporte farmacológico para mejorar la inflamación y reducir el dolor del paciente, así como terapias físicas, como la fisioterapia, que también resultan muy importantes para la readaptación funcional de la articulación.


En el siguiente escalón se encuentran las técnicas de infiltración, “que con la incorporación de las terapias biológicas y de la ecografía como instrumento de imagen para poder ser mucho más precisos han conseguido erigirse como una alternativa muy interesante y con muy buenos resultados en el tratamiento de patologías tendinosas, ligamentosas y capsulares”, declara el doctor Zurita.


“En el momento en que el tratamiento conservador es insuficiente y el paciente no mejora se podría requerir una intervención quirúrgica, que hoy en día realizamos de forma artroscópica en su gran mayoría, introduciendo mediante unas pequeñas incisiones una óptica y material de trabajo para realizar la reparación necesaria en cada caso”, explica el doctor Carratalá. Esta técnica mínimamente invasiva evita la cirugía abierta y permite realizar restauraciones más específicas, redundando “en un mejor tiempo de recuperación y un mejor resultado”, añade el especialista de la Unidad de Mano y Miembro Superior del Hospital Quirónsalud Valencia, que acaba de ser seleccionada como centro formador del programa Élite Training Race. Se trata de uno de los programas más importantes para la formación de traumatólogos y convierte el centro valenciano en receptor de residentes de toda España, Europa y Latinoamérica.


Actualmente “un gran número de patologías del hombro pueden ser tratadas mediante técnica artroscópica; aun así, una lesión en el hombro tiene un tiempo estimado de recuperación de dos a seis meses”, concluye el doctor Carratalá. Es por ello que, después de la cirugía, es esencial continuar con un trabajo de rehabilitación para “recuperar la movilidad completa del hombro y la fuerza previa a la lesión”.


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